Ejercicio y farmacología en el tratamiento de la obesidad
El tratamiento farmacológico para la obesidad está creciendo y evolucionando
Es fundamental que conozcamos los efectos combinados del ejercicio y la farmacología para apoyar un tratamiento que será creciente en los próximos años debido a los datos de obesidad que nos muestra el World Obesity Atlas 2023 y los resultados mostrados en diferentes Congresos Médicos sobre la nueva farmacología.
ObesityWeek® 2023 | Oct. 14-17
64º Congreso Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición 2023
ADA 2023 American Diabetes Association | Juune. 23-26
La fisiología del GLP-1 en obesidad
Los agonistas del receptor del péptido 1 similar al glucagón (GLP1RA) aumentan la liberación de insulina dependiente de la glucosa y reducen la secreción de glucagón y el vaciado gástrico, lo que permite su desarrollo exitoso para el tratamiento de la diabetes tipo 2 (DT2). Estos agentes también inhiben la ingesta de alimentos y reducen el peso corporal, lo que fomenta la investigación de GLP1RA para el tratamiento de la obesidad.
Los mecanismos bien definidos de acción del GLP-1 a través de un único receptor acoplado a proteína G, junto con la extensa base de datos de seguridad de GLP1RA en personas con diabetes tipo 2, brindan tranquilidad en torno al uso a largo plazo de estos agentes en personas con obesidad y múltiples co -morbilidades. GLP1RA también puede ser eficaz en afecciones asociadas con la obesidad, como enfermedades cardiovasculares y esteatohepatitis no alcohólica (NASH). Las mejoras progresivas en la eficacia de GLP1RA sugieren que las terapias basadas en GLP-1 pronto podrán rivalizar con la cirugía bariátrica como opciones viables para el tratamiento de la obesidad y sus complicaciones.
Drucker, D. J. (2022). GLP-1 physiology informs the pharmacotherapy of obesity. Molecular Metabolism, 57, 101351.
La interconexión entre músculo y el hueso: una vía de tratamiento clínico
La pérdida de masa, fuerza y calidad del músculo esquelético (sarcopenia) y del hueso (osteoporosis), a menudo se observa con la pérdida de peso, se asocia con una función física reducida que contribuye a riesgos metabólicos, caídas y fracturas. También a la posible recuperación del peso a largo plazo como un sistema de protección.
El hueso y el músculo están estrechamente vinculados anatómica, mecánica y bioquímicamente, y ambos tienen la capacidad de funcionar con acciones paracrinas y endocrinas. la pregunta es ¿Podemos mejorarlo a través del entrenamiento?¿Cuál es el mejor tipo de entrenamiento y qué tenemos que tener en cuenta si la persona está utilizando este tratamiento farmacológico?